lunes, 30 de junio de 2008

George Carlin QEPD

Ha muerto un ácido observador, un ícono de la contracultura estadounidense. Quien fue capaz de preguntarse todas esas dudas prohibidas, preguntas que esconden ridiculas respuestas. Preguntas reprimidas por un mecanismo mágico conocido como tabú. Se trasmitieron de generación en generación con la más impresionante de las eficacias y han mantenido ciertos dogmas en escaños intocables.


Lejos de mantener la compostura, George Carlin aparece como uno de los stan up comedy que yo mencionaría en una conversación, al reirse de muchas ridiculeces que nos toca hacerle la vista gorda y que nos cuesta mucho enfrentar o tomar una postura coherente. Con histrionismo, Carlin al final postula que todo es inventado por el hombre, por lo que no habría que mostrar tanto respeto ni solemnidad, ni menos a quienes por lejos no se lo merecen.


Su cuestionamiento va por la misma línea que algunas películas han tratado de levantar, como V for Vendetta, Matrix y algunos documentales como Zeitgeist en el que se incluye la rutina que les recomiendo a continuación, los que están dominados por la hermana duda y la difícil invitación a cuestionarse un poquito más las cosas.




Pueden encontrar otras rutinas subtituladas y muchas otras en inglés. Hay una genial sobre el aborto y la "sacralidad" de la vida. Más que tomar una posición en el debate, Carlin exige coherencia y eso es lo interesante de su cosmovisión.


Disfrútese.

sábado, 21 de junio de 2008

"EL CARNEO"

Durante el mes de Mayo, decidí realizar una pausa en mi vida y me fui de vacaciones tres semanas a Melipeuco, pequeña localidad rural ubicada en la novena región al interior de Temuco. Dicho viaje me sirvió para reencontrarme con aquellas pequeñas cosas que durante cerca de siete años postergué absolutamente para concentrar mis energías en mis deberes académicos (autoimpuestos, claro está).


Ese reencuentro me generó una especie de crisis, así como también el hecho de haber conocido “un poquito” de toda la sabiduría que nos puede entregar la naturaleza y la vida del campo. Mi intención no es transmitir lo que aprendí (no puedo ser tan ambicioso ni quiero sonar arrogante), sino que compartir una breve reflexión a partir de un hecho particular del cual me tocó ser testigo: el ritual del “carneo” de una vaquilla.


Este acto cotidiano que resulta ser para quienes viven en el campo, sin duda genera un “shock” para un ser citadino. Y a partir de ello es que este testimonio audiovisual buscar generar crisis.


Crisis, justamente porque revela lo alejado que nosotros, simples y comunes seres urbanos, estamos de la esencia de las cosas.


Crisis, porque al comernos un plato de carne olvidamos que ese pedazo proviene de un ser vivo que fue seguramente cruelmente sacrificado, seguro que de manera bastante mas cruel que de la forma en que se observa en este video (si es que alguien considera esto cruel), al mismo tiempo que nos autoconvenceremos probablemente que aquel trozo de lomo vetado que compramos en el LIDER proviene "no más allá" que desde una bandeja que sale de las bodegas de algún frigorífico.


Crisis, porque al ser TAN consumidores finales, justamente lo que nos ocurre es eso: perdemos la importancia en el proceso productivo, en la cadena de creación de las cosas, en el valor que tiene un objeto por el trabajo que se le puso en su gestación….he ahí justamente parte de su esencia. ¿Han experimentado alguna vez el placer de comer un tomate que sale de una planta de tu huerta que hiciste con tus propias manos? ¿Tiene el mismo valor un tomate sacado de los pasillos de un supermercado? ¿Es el bienestar material tan importante en tu vida como para privarte de dichos placeres?


Crisis, porque ello debe llevar a darnos cuenta de lo ignorante que somos: ¿Sabemos por ejemplo que esa marraqueta que nos comemos por la mañana (los más conservadores, porque probablemente muchos ya la han sustituido por un pan embasado o algún otro sustituto) fue hecha de masa, la cual fue preparada en base harina, la que se fabrica moliendo el trigo, el cual fue sembrado luego de arar la tierra por bueyes, los cuales son toros que fueron castrados para hacerlos animales más fuertes y robustos?


Crisis, porque ello debe llevar a preguntarnos: si mi trabajo absorbe el 90% de mis energías (conozco casos peores) ¿Qué posibilidad tengo de aprender algo más que las especificidades que realizo profesionalmente? ¿Qué otras habilidades puedo desarrollar? ¿No me estaré perdiendo gran parte de las maravillas que nos ofrece la vida por concentrar gran parte de mis energías en un trabajo específico? ¿Estoy dispuesto a asumir el costo de no saber tocar una guitarra, de no saber tallar mis utensilios domésticos o simplemente de observar el cielo una noche estrellada?


Crisis, porque si las respuestas no me satisfacen, al menos debo cuestionarme: ¿Qué es lo que quiero en la vida? ¿A que voy a dedicar mis energías? ¿Con que fin trabajo en lo que trabajo? ¿Es un fin en si mismo mi empleo? ¿O es el salario que recibo a fin de mes? Si me ofrecieran la mitad de lo que me pagan ¿Seguiría haciendo lo mismo? ¿No te alcanza? Por ese auto, plasma o i-pod de 30 GB ¿Vale la pena sacrificar el placer de tener tiempo para ti y las cosas realmente esenciales? Sin duda en esta sociedad hay muchas cosas en las que podemos aportar profesionalmente, pero ¿Hasta que punto voy a seguir postergando el placer de salir a jugar con mi perro a la plaza o la oportunidad de conocer a un gran amor que se me cruzó en la calle y no lo vi porque iba pensando en el porque el gobierno no le quita el impuesto específico a los combustibles?


Crisis, porque probablemente no me doy cuenta que el rumbo de mi vida ha tomado cierta inercia, y probablemente, ya me siento cómodo con ello.

miércoles, 18 de junio de 2008

EsCúRrETe


Hace ya más de un mes que no vivo donde viví siempre –o casi siempre-. No me levanto ni me duermo en el mismo lugar de Santiago, ni tampoco me sirve la misma micro. Me baje del auto, revitalice la caminata y me encaramé en una bici –no se imaginan lo bien que me cae-. A este barco no me subí sola, lo que lo hace todo más amable y colorido.

La vida en este nuevo lugar está llena de normalidades que uno cree particulares y propias. Los vecinos, las normas del edificio, la basura, la puerta, el citófono, el administrador, los porteros –padre e hijo por lo demás-. Uno se informa, pregunta, conoce, se amolda, hasta que por fin se integra. Lo siente propio, se mueve con soltura, reconoce lo normal y anormal dentro, lo limpia y se preocupa. Los negocios, las picadas, las movidas y demases, ha sido fácil, no era un lugar desconocido, sino más bien adolescentemente ultra recorrido.

Dentro de esta “casa nueva, vida nueva” corre un chorro, no sólo uno, sino más bien como una cascada permanente. Ruido de agua caer sobre más agua, ornamenta el recorrido entre la puerta de afuera y la de entre medio. La casa aledaña suda agua, se le sale por las junturas y de la que cae desde el techo, se hace cargo una enorme enredadera que brilla –y se pudre poco a poco supongo- con los litros diarios que la recorren. El ruido a ciudad que nos rodea hace que para algunos esto sea imperceptible o si no lo es, cabe dentro de la normalidad de algo en funcionamiento. Pero cuando es de noche y el ruido baja, uno se detiene y oye agua, ve agua y se paraliza frente a esta casa deshabitada. ¿Qué chucha es esto?

Evidentemente una no es el primer espécimen que se lo pregunta. Los más perceptivos ya formularon teorías, encontraron responsables y se hicieron cargo a su manera –que puede ser no hacerse cargo-. La municipalidad ya sabe. Pero su accionar tiene el mismo final: la llave no se cierra.
La posibilidad de entrar ronda, pero ¿Y si nos encontramos con una tina con una mujer muerta llena de sangre?, ¿O varios muertos?, ¿Y si la casa es de un Hannibal Lecter cualquiera?. Esta fantasía morbosa/temerosa ha sido compartida por varios.

En esto estamos desde hace UN mes.

¿Cuántas de estas pequeñas irresponsabilidades nos rondarán?

Si no ocurre nada de aquí al viernes: entro.

El que quiere sumarse, me avisa.

jueves, 12 de junio de 2008

Consejo de Ancianos.



El martes asistí a un consejo de ancianos. Fui a escuchar a cinco sabios que comentaban sus percepciones sobre el futuro, hablaban de cosas del pasado, del presente y a partir de esto, hacían sus mágicas predicciones para lo que viene.

Fue en un bosque de árboles muertos y rectos. En el cielo pusieron estrellas y las acercaron mucho, tanto, que uno podía ver sin problemas a todos los que habían recurrido a este consejo, en busca de ayuda para las decisiones que tienen que tomar día a día. En el suelo había pasto gris y los asistentes vestían colores oscuros. Había un par que dormía.

Durante la primera parte del consejo, se habló de la aldea global. Que ahora el crecimiento tenía dos motores, EEUU y China. Pero hoy por hoy, ambos están sobrecalentados y, según los sabios, un ajuste se ve inminente. Ven que la demanda mundial seguirá alta, principalmente por China y por lo tanto, el precio de los commodities y depósitos de valor alternativos no caerá en el corto plazo, aunque no podían afirmar con certeza si esto era por condiciones estructurales o por burbujas especulativas. Este último posible factor, dejaba en positivo a la probabilidad de que se generen crisis y recesiones; uno de los sabios se atrevió a decir que tendríamos una de aquí al 2010. Esto suscitó discusión entre ellos, ya que en general no eran tan pesimistas.

(chinos saltando para hacer un terremoto)

El que anunciaba la tormenta, se basaba en los dichos de Bernard Bernanke (el presidente de la Reserva Federal de EEUU, los que producen el principal producto de exportación de ese extraño país: los dólares) y lo que generaron al otro lado del mundo. Bernanke dijo que el rol de la FED era preocuparse de la inflación y no del crecimiento. Algo bastante lógico, es además la piedra angular desde donde se fundan los nuevos bancos centrales autónomos e inteligentes. Vale la pena mencionar esto por que los mercados asiáticos interpretaron los dichos como un inevitable apretón de cinturón y las bolsas cayeron: 8% China y 4% en Japón y Taiwan y se prepara el camino para el contagio por la vía financiera, un gran problema que nos trajo la globalización.

“Aunque la crisis se viene, igual se crece” dijo uno de ellos y distinguieron entre los nuevos focos de crecimiento: Asia y America Latina emergentes. Pero veían una diferencia entre las razones que sustentan el desarrollo entre estos. Según los sabios, Asia explicaba su crecimiento por ganancias netas de productividad, mientras que América Latina se veía crecer por el alto precio de los commodities, categoría en la que caen la mayoría de las especies y especias exportadas por esta nueva región.




Luego, continuaron con nuestro vecindario más próximo. Hablaron de Argentina, Brasil, Colombia y Perú, principalmente. Ninguno de ellos pudo explicar por qué Argentina se encontraba en crisis. Ese país es exportador neto de alimentos, y hoy estamos en plena crisis alimentaria por el alto precio que experimentan. A pesar de esto, mantienen un alto porcentaje de gasto público que no es coherente con los ingresos que las arcas fiscales generan. Tampoco se explicaban por qué habían restringido las exportaciones de algunos productos, una fuente importante de divisas. La conclusión de ellos fue que en Argentina las cosas se hacían muy mal a nivel político y económico y la verdad es que, después de esta evidencia, no me cabe la menor duda.

Buenos augurios salían a la luz cuando se hablaba de Perú y de Brasil. Ambos países están en sólida posición para soportar una crisis. Buen colchón de reservas, relativa estabilidad financiera y fiscal, pero por sobretodo son independientes en materia energética. Brasil acaba de descubrir petróleo y ya se discute si será potencia mundial en el corto/mediano plazo. Perú es muy parecido a Chile, exporta principalmente cobre, tiene casi los mismos problemas sociales pero tiene gas natural y estratégicamente ese es un punto de apoyo robusto donde esa economía puede “descansar”. Un punto muy interesante que fue discutido fue el de las rentabilidades relativas del capital en Perú v/s Chile, siendo esta mayor en Perú por la mayor escasez relativa de este factor en el vecino país.

Terminaron hablando sobre nuestra aldea: Chile. Explicaron los factores que eran transversales en las economías que crecen de manera más rápida. Eran cinco y no los recuerdo todos, pero son típicos: estabilidad macro, el mercado como asignador de recursos, dos más y “un gobierno comprometido con una agenda pro crecimiento”.

En ese último punto Chile se cae, o mejor dicho, el gobierno chileno y la política en general se caen. Los sabios no entendían como es que durante 15 años no se hizo nada por la educación, en contraparte, comprendían y apoyaban a los pingüinos protestando, tampoco se explicaban por que se desarrollaban políticas ambiguas y sin acuerdo social como la ley de subcontratación.

Como les decía, ninguno pudo explicar el por qué de tantos efectos no deseados de la administración pública. Sin embargo, uno se atrevió a indagar desde la generalidad. Habló y nosotros lo escuchamos. Su conclusión fue muy cercana a algo que yo he estado intuyendo y tiene que ver con la naturaleza del poder.

El crecimiento y el progreso generan redistribución de la riqueza y del poder. Esto hace que el crecimiento sea algo contraproducente para quienes manejan la agenda pública. Muy sabio. Al haber redistribución del poder, los que hoy lo tienen lo pierden y eso, ellos no lo van a permitir. Usarán su poder para mantenerlo, aumentarlo o simplemente para demostrar que lo tienen. Muy sabio.

Este consejo de ancianos se desarrolló en la Cámara de Comercio de Santiago. El seminario se llamó “Escenario económico: lo peor ya paso? O esta por venir?”. Hablaron Manuel Bengolea, Guillermo Le Fort, Jose Ramón Valente y George Lever, Edmundo Hermosilla fue el moderador. Sabios con gran historial de augurios acertados. Ahora queda más claro quisás, pero en el fondo, es lo mismo. Nuestras bolas de cristal ahora se llevan en un computador con Stata. La necesidad ancestral de reducir la ansiedad sobre el futuro sigue siendo una prioridad.

Nada nuevo bajo el sol / Nihil novo sub sole, como se ha dicho la mayoría del tiempo.

lunes, 9 de junio de 2008

Santiago Fusión.




Así se llamó el "primer festival de música fusión chilena" según mencionaba repetidas veces el maestro de ceremonias que animó estos conciertos. Este ciclo se realizó el sábado y el domingo recién pasados y congregó a 6 bandas.

Asistí el domingo. Me tocó presenciar uno de los mejores eventos musicales que he visto. Una producción impecable a cargo de Trucko (los mismos que hacen la elévate), que aparte de las excelentes bandas que llevaron, nos tuvieron ron y cervezas artesanales que se acabaron solo al final. También llevaron a Sergio “Pirincho” Cárcamo como maestro de ceremonias, uno de los hombres que más sabe de música popular en Chile. El único y pequeño pero que me merece la producción fue en un detalle del sonido: había un ruido de esos típicos en uno de los parlantes.

Partió la banda Akineton Retard. De lo más hiperquinético y en el extremo de la fusión. Su performance (no solo hacen música) empezó con un video que partía en la virgen del San Cristóbal con un cura católico persiguiendo a un rabino. En otro lugar, siempre cerca del Teatro Oriente, otros dos integrantes vestían a lo mormón y caminaban saludando a toda la gente con la particular cara de risa que mantienen estos religiosos seres sin que se les acalambre la cara. El último músico de Akineton vestía de blanco zen y en plena meditación saca su celular para sacarse fotos. Todos llegan al Teatro Oriente en el video y acto seguido, aparecen en la sala. Entre los aplausos se suben al escenario y después de la muestra de sincretismo religioso, empiezan con la música.

Sus composiciones son muy de vanguardia, que aún está en revolución y no decanta por que no la dejan tranquila. Mantienen esa energía a pesar de ser una banda con 5 discos a su haber y la mantienen a través de vertiginosos cortes, saxofones que suenan como lo hace un zoológico, un sonido de banda sólido que solo delata gran cantidad de ensayos y convencimiento del trabajo que realizan. Lamentablemente no conocía los nombres de las canciones, pero hubo 2 ó 3 que me dejaron imprepactado, sensación que experimenté constantemente durante Stgo Fusión.

Fue la primera vez que los veía, a pesar de reconocer el nombre hace bastante tiempo, así que al fin saldé una deuda que tenía con la música chilena y por supuesto que me llevé la mejor de las impresiones ya que además ellos habían preparado material gráfico que acompañaba a la música practicamente de la mano. Salud por Akineton.

Después de un intermedio auspiciado por ron pampero (y una forma bastante particular de servir, con limón, azucar rubia y café .. asi como quien toma un tequila) y de unas acertadas bromas de Pirincho comenzó Congreso.

Demostraron por qué llevan tanto tiempo tocando, por qué son una de las bandas más importantes de la escena chilena y uno de los mejores grupos del mundo. Con 37 años de trayectoria, llegaron con lo más fusión de su repertorio. Temas antiguos que desplegaron como si los tocaran en todos sus ensayos. Me dio la sensación que podían tocar cualquier tema de los más de doscientos que tengo en mi carpeta de Congreso.



Tocaron “Días atrás un árbol me preguntó” (con letra de Nicanor Parra) con tremendo solo de Sebastián Almarza, tecladista que reemplazó a Vivanco (QEPD), empezó relajado y fue tensándose junto con todo el resto de la banda, para llegar a un clímax y resolución muy intensos sacando el aplauso espontáneo de un público sorprendido por la versatilidad y flexibilidad que mostraron en este festival. Este aplauso espontáneo sería la tónica durante toda la presentación de esta enorme banda.

Continuaron con "El Festejo de Tatana", un festejo de la música peruana. Este tema liviano y alegre fue coronado por tremendo solo de Raúl Aliaga en el Cajón Peruano. Un solo de percusión de los buenos, sin cortes inesperados ni virtuosismos innecesarios sino un contínuo de ritmos latinos, partiendo por el festejo y, caminando por Latinoamérica, llegó a ritmos de cueca, de zamba, seguramente de cumbia y andá a saber vos que más. Imprepactante.

Tocaron “Los Elementos”, “Viaje por la cresta del mundo”, “Hijo del Diluvio”, “Aroma de Canelos”, “Voladita Nortina”, “Amanece”, “Ya es tiempo”, etc. todos estos temas fueron tocados con la más fusión de las intenciones, logrando versiones que nunca antes vi; mucha improvisación en la que los protagonistas tendían a ser Sebastián Almarza y Federico Faure (bajo), los últimos integrados a Congreso. Una señal muy madura y segura por parte de la banda, con la que muestran el indudable talento de quienes han reemplazado a irremplazables como Jaime Vivanco y Jorge Campos.

El penúltimo tema fue el que menos hubiera esperado. Comenzó con una larga improvisación colectiva de esas que recuerdan a “Chatarras y Cacerolas” de 1989, pero con más que eso. Fue una improvisación con mucho sentido, sentido en el sentido de dirección, los instrumentos se iban moviendo todos juntos y ante cada quiebre se desarrollaba una idea nueva y que demostraba la sintonía que había entre ellos en ese momento, siempre de la mano del Tilo González; de los grandes bateristas que esta tierra haya visto nacer. La impro se convirtió en “Allá abajo, en la calle” dejándome con la boca abierta una vez más y al público de pie: aplaudiendo, gritando, chiflando y pidiendo otra. Ese tema es de esos que uno escucha y que dice “que ganas de que lo toquen en vivo” y bueno .. simplemente imprepactado. Congreso es de lo mejor que tiene este país, deberían reemplazar al ¿Honorable? Congreso de Chile, como muy bien sugería Pirincho. Les juro que la cosa funcionaría.

Después vino el segundo intermedio en el que el rico ron seguía como si no se hubiera tomado nada antes. Es notable ese detalle de la producción, además que no se acababa, rarísimo no? En fin, y después del segundo intermedio llegó a tocar MediaBanda con su "Eclectisismo Antihegemónico", su decena de músicos y bajista nuevo.


Comenzaron con “El Dr Vertical”, tema homenaje a Jaime Vivanco por parte de Cristián Crisosto, líder de MediaBanda y compañero de Jaime en Fulano, otro gigante de la música chilena.

Quizás fue por ese bajista nuevo, que más encima no toca fretless, que empecé con una sensación rara. No me podía entregar a la música ni despegarme de ese bajista, estaba justo en eso, cuando Regina entra un compás antes, en la segunda parte del tema, fue fome, pero se recuperaron rápidamente y a partir de ahí no hubo mayores sobresaltos. Aunque costó que despegara. Tocaron el homenaje a Zappa que siempre tocan: “Nadie nos conoce aún” muy muy bueno por lo demás, “Jah! no quedan huiros” un tema medio posero que no me agrada mucho por eso, aunque la letra es muy buena y la musica también. Se escuchó “Inspiración líquida”, un tema potentísimo que le lleva una improvisación a dúo de madre e hija. Continuaron con “Camino a Oriente”, que de oriental no tiene nada, pero a mi gusto, es el mejor tema del segundo disco de MB, tema compuesto por el baterista Cristian Hirth. Para cerrar con el mejor tema del primer disco: “El largo camino de la superación de la estupidez” o algo asi. Tremendos temas en la que el trío de saxos sonó más relajado y pudieron elevar al público que de por si venía elevado. Grande MediaBanda.

En fín, este festival, el primero de música fusión, me resultó una excelente experiencia. Costaba 10mil pesos, que yo pague feliz pero que hicieron que quedaran algunos asientos vacios. Eché de menos a Entrama, no se qué pasará con esta banda, cerraron su myspace hace algún tiempo y después que Italo Pedrotti los dejó, se escuchó cada vez menos hablar de ellos.

Como pueden ver, en Chile, en Santiago, se hace una música muy elaborada, inteligente, de muchos matices y timbres. A pesar de esto, la respuesta del público no esta al nivel de esta música. Mucha gente conozco que les gustan estos grupos y que no fueron y que se perdieron un tremendo show. Por qué? Andá a saber vos. Les pregunté a algunos y tampoco sabían.

Un aplauso a la producción y sobretodo a Congreso.

viernes, 6 de junio de 2008

El Mea Culpa de Carlos Pinto.




He visto muchos capítulos de este conocido y recurrente programa. El morbo de este estelar ha funcionado como un infalible gancho que justifica una gran cantidad de temporadas. A estas alturas yo lo percibo como uno de los clásicos de la televisión chilena.

Ha recreado historias clásicas como la del Chacal de Nahueltoro, la del Tila, el violador y muchísimas más que no han trascendido en su momento pero que vuelven a aparecer en el inconsciente colectivo gracias a que son elegidas por el instinto certero de Carlos Pinto.

Quizás su éxito solo se debe a la elección del formato del programa y no a cada historia en particular, en las que la sensación de paraíso perdido, la irrupción de una situación de quiebre, el crimen y la entrevista al victimario (cuando esta vivo) son parte de una estructura dominada constantemente por la morbosísima voz que este personaje trae importada directamente desde ultratumba.

La historia que motiva estas palabras es la del Nono y de la Pola. Una pareja que comienza en la más tierna infancia, en la vecindad de una población de escasos recursos.

La Pola venía de una familia esforzada pero que no logró sobrevivir al agobio de las deudas y termina con su padre colgado al no poder pagar las cómodas cuotas que permitían adquirir una lavadora. Por su parte, el Nono pertenecía a una familia numerosa, de padres alcohólicos y consumida por la violencia intrafamiliar.

Esta situación era conocida por la madre de la Pola, por lo que nunca aceptó esa relación y no les permitió vivir en su casa. Al cambiarse a la casa del Nono comienzan los acosos del padre alcohólico a la Pola. Este y otros problemas (algunos heredados casi genéticamente: alcoholismo y violencia intrafamiliar) hacen insostenible la vida en pareja. Cuento corto: la Pola no aguanta, patea al Nono, este no se resigna y la mata, luego de esto intenta suicidio enfrentándose al tren y sobrevive.

No quiero centrar la atención en esta historia en particular, sino en un rasgo general que aparece en todas ellas: el origen socioeconómico de los protagonistas. Tanto el Tila, el Chacal de Nahueltoro, el Nono y todo el resto provienen de familias de escasos recursos, padres ausentes, bajo nivel de educación, alcohol, drogas, etc.

Todos estos rasgos son conocidos y explicitados por Carlos Pinto durante sus crudas narraciones. Es obvio que sus programas son el fruto de acabadas investigaciones periodísticas, entrevistas y todo lo necesario para lograr profundidad y conocimiento de las historias. Sin duda que hay un trabajo bien logrado y esto también es clave en el éxito de Mea Culpa. Al final, todo esto convierte a Carlos Pinto en una de las personas que mejor sabe como se fragua un caldo de cultivo de homicidas.

Es en esta figura donde quiero centrar la atención.



Todos sabemos que esta sociedad y este sistema tienen problemas en múltiples dimensiones: leyes mal hechas, procedimientos de administración pública mediocres, riesgo moral en salud, educación discriminatoria, etc. A partir de estos, se generan problemas “de segundo orden”: abogados que se dedican a buscar resquicios legales, corrupción en la administración pública, médicos que hacen “la pasá” entregando licencias falsas y Carlos Pinto.

Todos estos personajes aprovechan estos problemas que terminan por generar nuevos nichos económicos y personas altamente especializadas y adaptadas a sacar el mejor partido a estos hoyos legales. Estos son más conocidos como zánganos.

No tengo problemas con muchos zánganos, nuestra propia sociedad genera personas ambiciosas en lo material, exitistas, arribistas, etc. A ellos les entiendo y no les culpo, yo no lo haría, pero no se si podría decir lo mismo si es que estoy en otro pellejo, en alguno que tuvo un padre ausente o que haya sido bombardeado por un modelo de ideal social donde mientras más tengas mejor o que recibió baja calificación profesional y el deseo natural de darle un mejor futuro a tus hijos que incita a apernarte en un cargo público, etc. También se que hay gente a los que no les interesan los demás y quisás lo hacen para su propio beneficio, sea lo que sea, yo no juzgo: “el que este libre de pecado, que lance la primera piedra” no?

Ahora, existen otros zánganos, unos de grueso calibre. Un caso muy interesante es el de Nicolás Ibañez quien literalmente se aprovecha del bajo nivel de los trabajadores con baja calificación y de la rarísima legislación del mercado laboral. A Carlos Pinto es a quién me quiero referir.

Estos dos tienen un alto nivel cultural, influencia, imagen y un acabo conocimiento de los problemas que les dan trabajo, de “la gallinita de los huevos de oro” como muy bien distinguía la poco distinguida Dra. Cordero. Carlos Pinto es un gran periodista, su trabajo es bueno (aunque el programa del Nono y de la Pola, que acaba de terminar, me pareció mal resuelto y la entrevista fue pobre) y conoce muy bien los condicionantes que generan homicidas. Con todo eso, ¿por qué Carlos Pinto no se ha motivado para participar en alguna fundación? De esas que rescatan jóvenes en riesgo social, que dan educación, que los desvían de un futuro dominado por la probabilidad de terminar (o mejor dicho comenzar o continuar) en una penitenciaría.

Les juro que quiero pensar que no se le ha ocurrido, pero si es un hombre inteligente, como aparenta serlo, ¿es eso posible? ¿lo hará para “no matar la gallinita de los huevos de oro”? ¿simplemente, se lava las manos y hace lo que cualquier cristiano haría? Con esto quiero decir que Carlos Pinto no tiene la culpa de que anden matando gente, pero, según la dialéctica católica, peca de omisión y ese es mi problema con este sombrío personaje.

En fin … su conocimiento del problema termina por dejar su capital humano en una situación de notable ineficiencia social.

Así es el idealizado libre mercado, ni bueno ni malo, sino muy por el contrario.

PD hace algún tiempo, había un cartel que decía 8 de cada 10 presos son hijos de reos. Para pensar no?
PD estoy conciente de que asesinos son transversales a grupo socioeconómico, aún así, es sensato pensar que problemas que tienen relación con esa dimensión podrían determinar con cierta significancia la probabilidad de matar en el futuro.