Por qué sí celebro el 18
Yo celebro el 18, es entretenido meterse en esa vorágine festiva que caracteriza esa fecha. Principalmente por eso, y bueno, entiendo que todas las sociedades han dejado recursos y tiempo para el carrete desenfrenado que, como diría mi buen amigo Urrutiakate, sirve para "distender tu moullo", ser feliz, olvidarse de todo y reirse de nada .. en fin, nada más sano para olvidarnos de Transantiago, Concertación, y todos esos males que estan para "ayudar" al país.
Ahora, en esta fecha y en este contexto, celebramos la primera junta nacional de Gobierno, a los próceres y a la nunca bien ponderada "identidad nacional".
Leí el blog de mi querido amigo Mauricio, un ácido intelectual. El explica las razones de por qué él no celebra el 18. Personalmente y con mucho respeto, me importa un carajo si las personas quieren o no celebrar el 18 y/o a los próceres.
En otro blog, el de Jose, otro interesante intelectual, me encontré con opiniones que repudian asertivamente la figura de Bernando O'Higgins, Capitan General.
Entiendo esta fecha como dije anteriormente: son los recursos y el tiempo que la sociedad en su mayoría destina para la fiesta y relajar la casi omnipresente actividad productiva. La lectura de estos interesantes articulos motivó en mi esta reflexión. La verdad es que no me interesa quienes fueron, ni que hicieron màs que por un mero y sano interés en la madre Historia, en la que recurrentemente encuentro tantas respuestas.
El hecho que haya nacido en Chile a finales del siglo 20 es sólo un capricho del destino, (del fatum como diría alguien más interesante) perfectamente pude haber nacido en otro tiempo y en otro lugar, y haber tenido un equivalente a fiestas patrias en el que celebrara a San Martin, Alejandro Magno, Hitler, algun Papa, etc. Y sea lo que sea, lo más probable es que haya celebrado igual. El tema es que creo que debemos celebrar simplemente por el derecho a hacerlo, los que no quieran pueden legítimamente renunciar a este derecho. Y más me importan las razones de por qué o por qué no celebrar.
En el blog de Mauricio me enconté con un postulado de razones maravillosamente bien estructuradas de por qué no celebrar. Son razones en las que coincidimos muy bien, la única diferencia es el veredicto, Mauricio renuncia a celebrar y yo no.
Creo que hay que celebrar sin identificarnos con las personas o eventos a quienes celebramos, eso me parece irrelevante, ya que depende única y exclusivamente del momento y del lugar en cuando nacimos. Lo único transversal a esto es que si o si, celebraremos. Navidad, Ramadán, 4 de Julio, año nuevo y quisás cuanta más celebración exista y existirá en este hermoso planeta tan maltratado por nosotros.
A continuaciòn la maravillosa columna de Mauricio.
Por qué no celebro el 18.
Más allá de las disquisiciones absurdas y elementales acerca de cuál es el evento que se celebra (o conmemora) en Fiestas Patrias, parece ser que el pivote de las festividades es “la chilenidad”. Si ese es el caso, no hay nada que celebrar, puesto que el Chile histórico ha desaparecido. El catastrófico advenimiento de los gobiernos ideológicos de Frei, Allende y Pinochet, dio curso progresivo a una espiral revolucionaria que destruyó de manera brutal y sistemática la tradición histórica de Chile. Los gobiernos posteriores a Pinochet –lamentable prolongación cívico-militar de corte inevitablemente tecnocrático- sólo profundizaron la vorágine materialista desencadenada por los primeros enemigos de la tradición. Del labrador, del campesino, del roto, no queda sino el mal sabor de boca, carente de significado, hueco, vacío. Nuestra mitología se ha perdido y con ella los valores culturales que caracterizaron a la república que fue. Del Chile histórico no queda más que polvo y cenizas. Y una huella sombría que aún nos impide alcanzar la mayoría de edad. Del pasado no nos queda sido el peso de la noche.El once de Septiembre de 1973 fue abolida definitivamente la República de Chile. De ahí en adelante, no ha habido más que masas, estado y mercado. Hemos roto con la tradición, en definitiva. Por supuesto, ello ha traído resultados positivos. La riqueza del país se ha multiplicado, la pobreza ha disminuido hasta descender de su mínimo histórico y las oportunidades –si bien todavía muy insuficientes- han mejorado. Por otro lado, es muy poco lo que hemos ganado en materia de libertades y derechos civiles –tal vez hemos perdido, incluso-. El poder estatal ha alcanzado magnitudes potencialmente peligrosas; el estado policial es considerado deseable por buena parte de la población; el debate y la disidencia son percibidos como escollos para el desarrollo material; tenemos un grotesco monopolio comunicacional en la prensa y en la televisión; nuestro arte es francamente lamentable y nuestra política cultural está teñida por consideraciones ideológicas y es dirigida por gente incompetente y de mal gusto. Vivimos en un país en el cual el que no es vulgar no existe. Con sus luces y sus sombras, ese es el Chile de la Globalización. Y el dieciocho, solamente un pretexto para emborracharse. La República se ha ido, y me temo que para siempre. Cosas que pasan.
Que buena no?
Querido Mauricio, espero no te enojes por publicarte aca en mi blog, mal que mal.. todos los derechos de autor han sido nombrados.
Para despedirme quiero invitarlos a estos dos grandes blogs que cité, el ya nombrado y el de Jose, los cuales quedarán en un link en la columna derecha de forma permamente.
Ahora, en esta fecha y en este contexto, celebramos la primera junta nacional de Gobierno, a los próceres y a la nunca bien ponderada "identidad nacional".
Leí el blog de mi querido amigo Mauricio, un ácido intelectual. El explica las razones de por qué él no celebra el 18. Personalmente y con mucho respeto, me importa un carajo si las personas quieren o no celebrar el 18 y/o a los próceres.
En otro blog, el de Jose, otro interesante intelectual, me encontré con opiniones que repudian asertivamente la figura de Bernando O'Higgins, Capitan General.
Entiendo esta fecha como dije anteriormente: son los recursos y el tiempo que la sociedad en su mayoría destina para la fiesta y relajar la casi omnipresente actividad productiva. La lectura de estos interesantes articulos motivó en mi esta reflexión. La verdad es que no me interesa quienes fueron, ni que hicieron màs que por un mero y sano interés en la madre Historia, en la que recurrentemente encuentro tantas respuestas.
El hecho que haya nacido en Chile a finales del siglo 20 es sólo un capricho del destino, (del fatum como diría alguien más interesante) perfectamente pude haber nacido en otro tiempo y en otro lugar, y haber tenido un equivalente a fiestas patrias en el que celebrara a San Martin, Alejandro Magno, Hitler, algun Papa, etc. Y sea lo que sea, lo más probable es que haya celebrado igual. El tema es que creo que debemos celebrar simplemente por el derecho a hacerlo, los que no quieran pueden legítimamente renunciar a este derecho. Y más me importan las razones de por qué o por qué no celebrar.
En el blog de Mauricio me enconté con un postulado de razones maravillosamente bien estructuradas de por qué no celebrar. Son razones en las que coincidimos muy bien, la única diferencia es el veredicto, Mauricio renuncia a celebrar y yo no.
Creo que hay que celebrar sin identificarnos con las personas o eventos a quienes celebramos, eso me parece irrelevante, ya que depende única y exclusivamente del momento y del lugar en cuando nacimos. Lo único transversal a esto es que si o si, celebraremos. Navidad, Ramadán, 4 de Julio, año nuevo y quisás cuanta más celebración exista y existirá en este hermoso planeta tan maltratado por nosotros.
A continuaciòn la maravillosa columna de Mauricio.
Por qué no celebro el 18.
Más allá de las disquisiciones absurdas y elementales acerca de cuál es el evento que se celebra (o conmemora) en Fiestas Patrias, parece ser que el pivote de las festividades es “la chilenidad”. Si ese es el caso, no hay nada que celebrar, puesto que el Chile histórico ha desaparecido. El catastrófico advenimiento de los gobiernos ideológicos de Frei, Allende y Pinochet, dio curso progresivo a una espiral revolucionaria que destruyó de manera brutal y sistemática la tradición histórica de Chile. Los gobiernos posteriores a Pinochet –lamentable prolongación cívico-militar de corte inevitablemente tecnocrático- sólo profundizaron la vorágine materialista desencadenada por los primeros enemigos de la tradición. Del labrador, del campesino, del roto, no queda sino el mal sabor de boca, carente de significado, hueco, vacío. Nuestra mitología se ha perdido y con ella los valores culturales que caracterizaron a la república que fue. Del Chile histórico no queda más que polvo y cenizas. Y una huella sombría que aún nos impide alcanzar la mayoría de edad. Del pasado no nos queda sido el peso de la noche.El once de Septiembre de 1973 fue abolida definitivamente la República de Chile. De ahí en adelante, no ha habido más que masas, estado y mercado. Hemos roto con la tradición, en definitiva. Por supuesto, ello ha traído resultados positivos. La riqueza del país se ha multiplicado, la pobreza ha disminuido hasta descender de su mínimo histórico y las oportunidades –si bien todavía muy insuficientes- han mejorado. Por otro lado, es muy poco lo que hemos ganado en materia de libertades y derechos civiles –tal vez hemos perdido, incluso-. El poder estatal ha alcanzado magnitudes potencialmente peligrosas; el estado policial es considerado deseable por buena parte de la población; el debate y la disidencia son percibidos como escollos para el desarrollo material; tenemos un grotesco monopolio comunicacional en la prensa y en la televisión; nuestro arte es francamente lamentable y nuestra política cultural está teñida por consideraciones ideológicas y es dirigida por gente incompetente y de mal gusto. Vivimos en un país en el cual el que no es vulgar no existe. Con sus luces y sus sombras, ese es el Chile de la Globalización. Y el dieciocho, solamente un pretexto para emborracharse. La República se ha ido, y me temo que para siempre. Cosas que pasan.
Que buena no?
Querido Mauricio, espero no te enojes por publicarte aca en mi blog, mal que mal.. todos los derechos de autor han sido nombrados.
Para despedirme quiero invitarlos a estos dos grandes blogs que cité, el ya nombrado y el de Jose, los cuales quedarán en un link en la columna derecha de forma permamente.
Espero que todos hayan tenido un gran 18, tanto los que celebraron como los que no.
1 comentario:
Gracias por la mención y por el link Keko.
Espero que no se entienda que no celebro ni nada por el estilo.
La idea de la columna es tomar la fecha de "fiestas patrias" como una metáfora de ciertos modos de ser de varios de nosotros...al menos de nuestros gobernantes...
en fin.
Muchos saludos
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