jueves, 3 de julio de 2008

La Educación I



Hoy por hoy, el tema de la educación y de cómo mejorarla esta en franco debate: es muy importante. Durante mis años universitarios, tuve que realizar un estudio sobre el estado de la educación en Chile. Desde los fundamentos que motivan el desarrollo de la educación pública hasta los problemas que se generaron por el marco legislativo al que el sistema educativo debía atenerse.

Los fundamentos que sostienen una educación pública tienen que ver con el corregir las desigualdades de origen y con el hecho de que la educación genera participación ciudadana, desarrollo social y un largo etc. de características deseables. Un punto muy importante, es que la educación explica el 80% de los ingresos percibidos por los chilenos, según datos de la encuesta CASEN. A su vez, la educación explica en un 30% las desigualdades salariales, por lo que el aparato público tendría que hacerse cargo de alguna manera con el fin de avanzar a una situación más equitativa.

Un esfuerzo muy famoso en esa dirección fue la LOCE. El espíritu de esta ley, en términos generales, priorizaba la cantidad de educación y no la calidad. Es decir, buscaba integrar a todos los posibles educandos al sistema educativo más que educarlos bien. Era un tema a definir, y ante la disyuntiva “educamos a pocos bien o a todos pero no tan bien” la balanza terminó por inclinarse por la segunda opción. Este sistema colapsaría por el “abandono” en el cual quedó la educación ya que una vez alcanzado el “todos” – gracias a esto, pudo ser aprobada la ley de escolaridad completa y obligatoria – la legislación al respecto no dio un paso más, lo que terminaría con el sorprendente movimiento estudiantil del año 2006. ¿Por qué no se hizo nada? ¿Para que está el estado? ¿Para qué pago mis impuestos? (desde hace poco, está bien) La sensación que me queda es de desengaño, toda la teoría de la formación de los estados y el ordenamiento social no eran lo que parecían.

¿Por que los legisladores omitieron acciones al respecto? Quizás simplemente son flojos y quieren hacer las cosas una vez y olvidarse; quizás perciben que "educar al pueblo" no les conviene por el efecto redistributivo que genera en la riqueza y en el poder; quizás el nivel político refleja el nivel agregado de la sociedad revelando la calidad del chileno promedio: del que llega tarde y saca la vuelta, del estudiante que exige educación por la mañana y ve Yingo por la tarde. Quién sabe. Solo podemos saber que no le dedican el esfuerzo que se merece, por los resultados y los amplios beneficios que la educación entrega después del esfuerzo de cada componente de la cadena alimenticia: presidenta, políticos, sostenedores, fiscalizadores, PROFESORES y ESTUDIANTES.


Volviendo al tema de los problemas detectados por la investigación, se descubrió 4 ejes en los cuales existen falencias que impiden significativamente el ejercicio de una buena educación: infraestructura, escolaridad del hogar, curriculum académico y el nivel de los profesores.

El tema de la infraestructura cobra importancia a finales de los noventa, cuando se implementa la JEC, la jornada escolar completa. Antes de este hito, cada establecimiento recibía dos tandas de estudiantes, una en la mañana y otra en la tarde. Después de la implementación de la JEC, se necesitarían el doble de establecimientos públicos, lo que representó un shock importante al sistema educativo. Este shock se absorbió mediante una acelerada construcción de nuevos establecimientos, los que hacen noticia todos los inviernos, cuando estudiantes deben adelantar sus vacaciones de invierno por que algún colegio se empieza a "deshacer" o por que el techo de algún establecimiento se desprende sobre sus alumnos.

La escolaridad del hogar se perfila como uno de los problemas más difíciles de enfrentar. Si no imposible. ¿Cómo una madre le ayuda a sus hijos a hacer las tareas si ella solamente llegó a 8vo básico? ¿Habrá libros en esa casa? En fin, es un tema muy sensible y complicado para abordar.

El problema con el curriculum académico tiene por lo menos dos flancos: el Mineduc impone contenidos mínimos de enseñanza, los que los colegios deben cumplir. ¿Contenidos mínimos? Esos contenidos que se imponen no se revisan con la periodicidad necesaria, tampoco se establece un mecanismo de enseñanza, lo que no es un problema per sé, pero se transforma en uno cuando los sostenedores de los colegios pueden reducir la calidad de la enseñanza sin alterar los contenidos impartidos y quedarse con esa brecha. ¿Cumplir? El problema básico que implica la fiscalización dentro de un universo amplio de colegios.



(...)


Esta columna continúa acá.

1 comentario:

lu dijo...

Uff. Es tan complejo hablar de "la educación", y más de sus fallas, que de repente me parecen muchas. Es más, lo veo como un hilo de problemas. Sin importar la longitud del hilo, en algún momento alguien tiene que tomar la punta y empezar por ahí, sin pretender acortar el hilo, sino que asumiendo su extensión. Yo creo que en muchos aspectos (tratados en esta columna) "idealmente" el Estado debería hacerlo. Tomar la puntita del hilo y responsabilizarse, es lo mínimo esperado, pero ahí empiezo a diferenciar entre ese "DEBER SER" y el "SER" que hace toda la diferencia. Entonces, quién.
Que venga la continuación.