miércoles, 20 de agosto de 2008

Horror! La Droga!

Hace poco tiempo, subí una columna en la que criticaba el enfoque político, al parecer escandalizado y pobre en perspectiva. Esto lo ejemplifique con el caso de María Música en el que incluso apareció misiá Bachelet acusando que esto era “un ataque a la democracia” en vez de invitar a una reflexión del por qué ocurre estos “atentados terroristas en contra de toda la sociedad chilena y el resto de la comunidad internacional y extraplanetaria”. Tengo que confesar que evitaré la tentación de seguir hablando de la victimización del gobierno tras este “atentado” y de la desviación del punto central del debate.

Ahora me referiré al tema de la droga, guiñado en la columna pasada al decir “más prohibición y más centros de rehabilitación”.


- el gesto de darse la mano, significa otra cosa -

El stablishmentt (lo pongo en inglés ya que esta muy influenciado por ciertos puntos que EEUU impone a Chile y a sus otras provincias para la firma de tratados de libre comercio) rechaza las drogas. Esto no me parece ni bueno ni malo, el punto es el enfoque y lo que se termina desprendiendo.

El enfoque que el gobierno de Chile ha impuesto en "la lucha" contra las drogas es prohibitivo. Esta prohibición eleva los incentivos económicos que tienen los narcotraficantes, funciona como una barrera a la entrada ya que aquellos que entren a este mercado tendrán que asumir el riesgo que conlleva y como no todas las personas están dispuestas a tomarlo, el número de vendedores narcos es menor.

Al existir una barrera a la entrada, aumenta el precio y/o disminuye la cantidad aumentando los beneficios económicos de la “narcotraficancia”. Estos beneficios son una transferencia directa desde los consumidores a los narcos. Aquí aparece la primera incongruencia. El sistema busca terminar con los narcos pero eleva sus incentivos económicos directamente desde el bolsillo de los consumidores (no adictos, ya que no todas las drogas ilegales producen adicción, no todas las drogas legales son no-adictivas). Gracias nº1.

Así como la educación genera redistribución de la riqueza y por ende del poder, fracción de las transferencias de dinero de los consumidores a los narcos, será convertida en alguna forma de poder. Es decir, la política prohibicionista no solamente enriquece a los narcos si no que además los empoderar (lo que prácticamente es lo mismo). Este poder se materializa mediante la compra de armas, la formación de carteles y creación e integración de una compleja cadena productiva-imp/exportadora. Gracias nº2.

Como dicen en la película Cidade de Deus, si vender droga fuera legal, Ze Pequenho hubiera salido el hombre del año.

Ya que existe algo así como una política mediática de parte del gobierno de ir mostrando los éxitos de su gestión, deben existir narcos caídos. Esta caída además debe ser televisada. Pero como todo, el éxito es relativo. Esto significa que en "la lucha" se entenderá como éxito cualquier operación que desbarate bandas de narcos. Como los narcos más poderosos han alcanzado un poder importante, a los carabineritos no les queda nada más que poner en la lupa al productor menor y al consumidor. Lo que llena las cárceles de personas que no están primeros en la lista de prioridad y como definitivamente no se la pueden con los peces gordos, estos quedan libres e intocables. Noticias como la captura de la banda de los Care'jarro no son habituales. Gracias nº3.

Ahora veamos los incentivos por parte de los consumidores.

El “flajelo de la droga”, como les gusta dramatizar a los medios, golpea principalmente a los barrios más vulnerables y a los niños en mayor riesgo social, ya que estos abusan de su consumo más que los universitarios de barrios acomodados y semi acomodados que tienen que compatibilizar el estudio y el carrete.


Me gusta entender el consumo de la droga con lo que me aporta el lente de la economía. En este sentido quiero proponer que esta actividad sea entendida como la búsqueda de una realidad alternativa o percepción alternativa, es decir, se revela la preferencia por sustituir la manera habitual de percibir la realidad por una distinta, una que haga olvidar los problemas y toda esa parafernalia setentera, como uno podría interpretar.

Cuando uno se pone en la realidad de una población pobre aparecen la exclusión, la discriminación, mala educación, falta de servicios básicos, violencia intrafamiliar, alcoholismo, etc. (está bien, algunos de estos se encuentran en toda la sociedad, el punto es que lo más vulnerables tienen menos herramientas para manejar esas vicisitudes) Y ante esto, el estado le niega la posibilidad de percibir la realidad de manera distinta. Impone prohibición en vez de entregar una ayuda verdadera de la que se debería hacer cargo desde su adherencia al modelo de “economía social de mercado” (o era mentira?). Gracias nº4.

En esta misma línea, la política prohibicionista ha mantenido alto el consumo de marihuana prensada, los famosos paraguas, que es la marihuana dañina de la que se habla cuando se discute sobre los daños de la marihuana. Efectos nocivos en las relaciones sociales, en la relación con la escuela, en el cerebro, etc. Quienes tienen dinero pueden evadir fácilmente estos daños, ya que pueden comprar marihuana verde, rica en cristales, nutritiva en THC y más cara. Es sabido que esta marihuana es relativamente menos dañina que el paraguayo.


Así como con la inflación, los ricos pueden protegerse de mejor manera que los pobres de los daños de la droga. Al final, la prohibición de la droga o por lo menos de la marihuana aparece como una política regresiva: mientras ricos fuman poco y en compatibilidad con sus estudios o actividades profesionales, pobres fuman mucho paraguayo, más dañino y no compatible con la superación de la pobreza, este es uno de los argumentos con los cuales se plantea la libertad de autocultivo. Gracias nº5.

Estado, gobierno, concertación: 5 veces gracias.

Ahora, como hemos estado en la línea de criticar y después proponer, es eso lo que haremos a continuación.

Ya que la prohibición solo crea un problema mayor, proponemos un nuevo enfoque: el enfoque de la desviación.

Osea, desviemos la atención de las drogas. En un principio puede que existan personas reacias a una legalización, y está bien, se los concedo. Que se mantenga la prohibición pero que no sea lo único. Creo que algo más efectivo que esto es ofrecerles una mejor realidad a los niños y jóvenes en riesgo social.

Meta clases de música, meta clases de tenis, fútbol, hasta fútbol americano le acepto, pero no los deje tirados! Orquestas juveniles, talleres, lo que sea. Invierta en su entorno: entréguenles un lindo barrio, una mejor casa, una escuela que no se deshaga, una plaza con árboles y regadores conectados para que siempre les acompañe agua para que crezcan sanos, fuertes y verdes como estos niños. Entréguenles una buena educación, una que eduque con respecto a los riesgos de no controlar el consumo de drogas, del consumismo, del fanatismo religioso (incluido el ateismo), etc.

De esta manera, estaríamos subiendo el valor relativo de la percepción lúcida de la realidad en desmedro de la percepción influenciada por las drogas. Con lo que su consumo tendría un beneficio menor para el consumidor! Al desviar la atención de la droga, y al focalizarse en otros relacionados (como en la teoría del segundo mejor) se atacan dos problemas al mismo tiempo: el del riesgo social y el de la droga.

¿¿Que tanto con la droga??

Me da toda la sensación que se usa como una excusa para evadir otros problemas que si tendrían solución pero que demandan muchas neuronas.

- foto/dibujo desde Clandestino, es que está muy bueno -

Quiero dejar claro que todos estos argumentos dan vuelta en blogs (aquí en Clandestino y aquí en la sección de Los milagros de José María de Juan Emar, etc.) y en la opinión pública, yo aquí solo ordené algunas ideas, nada de esto es nuevo y el gobierno lo sabe. ¿Por qué insisten en sus políticas inocuas? ¿Lo harán a propósito? Mientras más investigo, más lo sospecho.

¿Más que agradecer? Pues, adelante.

3 comentarios:

Maximiliano dijo...

Lo que pasa es que la prohibición es el camino fácil, y como estamos tan acostumbrados a la represión nadie se queja. Eso de la desviación (la idea que propones) me parece bien, es un excelente enfoque, especialmente para luchar contra la adicción de los desesperados, los marginados sociales que viven en la ultratumba y edificios abandonados. Maldita pobreza. Maldita miseria. Maldito sinsentido.

Pero las drogas, no sólo son un escape. Entre muchos otros usos son también una entretención simple y llana, una medicina para el alma. Implicita es la dualidad de su consumo: CURA Y MATA al mismo tiempo.

Entonces, como un escopetazo al aire, algo descontextualido, pero con fueza en su argumento aparece una nueva recomendación a la política estatal: FOMENTO A LAS DROGAS.

Lo que se necesita es mayor información, conciencia y legitimidad.

1. Información: sobre que hace cada cosa, sus consecuencias en el cuerpo y en la sociedad. Dónde acudir en problemas, en quienes no confiar y hasta donde llegan tus deberes y responsabilidades como ciudadano.

2. Conciencia: sobre lo que significa ingerir drogas. Los riesgos que corres, la sombra de la adicción (EN CADA DROGA HAY UN GRUPO DE ADICTOS, OJO CON ESO), la importancia de una mente despierta y libre, lo valiosa que es la vida y del coraje que se necesita para hacer algo bueno con esta, todos los días.

3. Legitimidad: Hay drogas que deberían ser legales. Hay drogas que deberian ser ilegales. Hay drogas que nisiquiera deberían existir. La falta de honestidad con la que se trata este tema es sorprendente. Si esto se mantiene así, nunca vamos a ganar la guerra en contra de la dependencia y muerte ocacionada por algunas drogas. Consumir estupefacientes es un derecho que llega hasta dónde la vida comienza a denigrarse.

Con esto, me hago participe de un movimiento contra-cultural, porque lo que existe es una reverenda mierda. De verdad creo que hay nuevas formas de enfrentar la adicción en la sociedad, pero una vez más nos esta ganando el individualismo. Maldito bicharraco competitivo que vive sólo de la piel para dentro. Ojalá existiera un sistema de asignación de recursos basado en la cooperación. Ojalá a alguien se le ocurra cómo algún día...

(y que sea mejor que Marx)

Interesante post.
Lástima que el otro nunca fue. ¡Qué hubiese sido de Bukowski si lo hubieran editado!

Saludos.

Keko dijo...

ajajaja

no creo que el estado deba fomentar algún sector específico

pero gracias por la motivación

esta claro que al final pasa por un tema de educación. muy necesario para tomar buenas desiciones

oye, que otra cosa que el otro post que nunca fue?

Maximiliano dijo...

discrepo.

El estado si debería fomentar algunos sectores, así como otros los debería someter. El "laissez faire" es un pelotudez.

y semideacuerdo.

de vuelta a la educación, sin duda ayudaría, pero no solucionaría todo. El tiempo en donde todos seamos gurúes jamas va a llegar.

Lo de fomento a las drogas es para puro escandalizar y ampliar la mirada. No es importante hablar de drogas, lo que importa es como combatir la adicción y la desvalorización de la conciencia mental. Ahora si estuvieramos hablando de políticas concretas, cambia la cosa.

lo del otro post.

al comienzo dices que te contienes de seguir con lo de Música. Algo me pasa con la escritura espontanea y desinteresada, creo que se debería rescatar. Quizás, fui demasiado autorreferente. Para entenderme (sorry por el disvareo): http://www.justinguitar.com/en/SO-000-Songwriting.php

Creo que escribiré algo sobre la represión. jajaja, super motivado en todo caso. no hay que agradecer keko. chaus.