miércoles, 1 de octubre de 2008

Un Domingo en Bicicleta.


Quedo de juntarme en Bustamante con Santa Isabel, salgo de mi casa tambaleando. Hace mucho tiempo que no me subía a mi cleta. ¿Han saltado sobre el suelo después de estar mucho rato en una cama elástica? Subirse a la bicicleta después de andar mucho tiempo en moto te recuerda esa misma sensación, pero en horizontal no? Vas muy lento, por mucho que pedalees con todo, y que pongas tu mejor cara de velocidad.

Llego a punto de encuentro, a lo lejos veo a una flacurris y pienso “vamo a sapear esa flaca”, paso por el lado y resulta que es mi amiga Ana que viene atrasada. Nos sentamos a echar a volar la imaginación, a rolar el tiempo, antes de salir volando tranquilamente al Parque Forestal.

Llevamos muy poco andar y de repente, se nos cruza una exhibición de modelismo naval en una laguna que hay al frente del nuevo Café Literario en Parque Bustamante.

Esta buenísima. Una barcaza camaronera - como la de Camarones Buba Gump! -, una lancha rápida, unas fragatas y unos yates a vela, todos en miniatura dando vueltas por la laguna. Un hombre habla y explica el cuento: que la municipalidad les ayudó, que es primera vez que se hace esto en Chile, que están empezando y están muy entusiasmados. De repente y con voz solemne, se escucha "ahora vemos como la fragata choca contra la pared de la laguna".


Lo escucha un público muy heterogéneo: jóvenes, abuelos, niñas con frenillos - en la foto, clickeen ahí y escuchen su música, notable la canción del consomé - y gente en general que se entretiene con estos juguetes a control remoto, con notable envidia a sus dueños y operarios.

Miramos un rato, conversamos un poco, continuamos nuestro plan.

Pasamos Plaza Italia y nos vamos por el parque, hay mucha gente aprovechando este primer domingo de primavera. Me meto por los juegos de los cabros chicos. Hay muchos jugando, veo a sus papás jóvenes, y yo al medio mirando... click.

Pasamos por el frente del Bellas Artes, hay unos payasos-actores muy chistosos, tienen tallas para cada minuto de la presentación, nos reímos cualesquisiera de cantidad. De ahí pasamos por el pasillo donde venden cosas, hay mucha gente, nos cuesta pasar con nuestras bicicletas.

Damos unas vueltas, Ana mira ropa y yo pregunto por unos documentales, no encontramos nada pero quedamos en juntarnos ahí el próximo domingo, mula.

Nos echamos en el pasto y vemos los del frente disfrutando unas cervecitas, en dos segundos parto a comprar unas para nosotros. Están heladas, el pasto esta rico, hay luz, gente con colores, cada loco con su tema ... esta bueno.

Conversamos de esto y de aquello, de blogs y de una amiga que se casa después de dos meses de pololeo. Al principio decimos - con voz de reprobación - “que onda” pero después nos damos cuenta que parece que el matrimonio no es como nos explicaban que era, que ahora es como un pololeo más serio con derecho a hijos y que para terminarlo hay que hacer unos trámites ridículos e innecesarios. Será un tema de espectativas? Moya y la verdad, es que siento que la forma en que la iglesia plantea el asunto no tiene mucho que ver conmigo.

Al ratito decidimos movernos, empieza a hacer un poco de frío y nos ponemos un chaleco de cleta.


Pasamos por los capoeiras y sus cantos comunitarios, los tambores y sus gentes que bailan, esta muy entretenido, vino mucha gente, como si hubieran esperado un invierno entero para hacer esto.

Cuando nos vamos, veo un rayado que dice “no hay caminos a la paz, la paz es el camino”. Me gusta, suena bonito y le encuentro un poco de razón igual. Puede sonar un poco abstracto, pero la verdad es que no hay nada más concreto.

Dejo a Ana en su casa y sigo hacia la mía. A la altura de Apoquindo con El Golf veo que hay gente iluminando algo. Iluminan un edificio, en la otra cuadra hay mucha gente mirando y otras iluminando también. Me acerco a los de las luces y me cuentan que están filmando una película, pero que no es para Chile, es para Alemania, la escena que filman representa algo que pasa en Estados Unidos y que no van a mostrar la peli acá.

No se si esto significará algo, pero me queda dando vueltas por algún rato, hasta que en Apoquindo con Carol Urzúa veo que están construyendo un Burger King donde antes estaba el Colegio Artístico de Las Condes. Esto me ayuda a entender lo anterior un poco.

Llego a mi casa feliz y cansado, unas bicicletas por ahí son lo mejor que hay para un domingo santiaguino de sol, me dan ganas de decirle a todo el mundo que lo haga.


Fotos por Ana Rodriguez, mas fotos de ella en su Flickr.

3 comentarios:

patiotaiza dijo...

q entrete keko. quiero ciudad.

yo no tengo. soy de casa y de colegio, es fome mi vida.
un beso.

Keko dijo...

ajaja

pero patigol!

bueno .. si tu vida fome no te aburre, esta bueno .. pero nno te aburrai po .. ridicula no mas ..

lu dijo...

Los paseos en bicicleta son increíbles, sobre todo en primavera, sobre todo en domingos despejados, en que los caballitos de metal son los que mandan y tus manos pocas veces tocan los frenos, excepto para llegar a lugares específicos en los que vale la pena quedarse ahí (y si hay pasto, mucho mejor). Tan simple como un paseo en bicicleta para cambiar el concepto de 'Fomingo' a ese día de la semana.
Da lo mismo que la bicicleta no alcance una velocidad tan extrema como la de la moto; supongo que eso nos recuerda que no andar tan apurado por la vida es algo rico, positivo y sano.
Un saludote, keko!


lu